ANTE EL RETO DEL CAMBIO CLIMÁTICO, ESTAU ARAGONÉS APUESTA POR UNA ADECUADA PLANIFICACIÓN DE LOS PROYECTOS EÓLICOS Y SOLARES.


eolico-Frente a la amenaza real del cambio climático es necesario detener el consumo de combustibles fósiles y las emisiones de CO2 producidas por la actividad humana.

-El desarrollo y uso generalizado de electricidad producida por fuentes renovables es un importante paso si se quieren reducir las emisiones de efecto invernadero y garantizar un futuro sostenible para el planeta.

-Por ello la legislación actual favorece la producción de energía de fuentes renovables: tanto el ya caduco Plan de Energías Renovables (PER) 2011-2020 del Gobierno de España; como actual proyecto de Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC), elaborado por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, que pretende un uso del 42% de renovables en 2030 (un tercio de origen eólico); el ya finalizado Plan Energético de Aragón 2013-2020; o el nuevo Plan Energético de Aragón 2021-2030.

-Esto ha convertido a Aragón en uno de los principales productores de energía eléctrica de origen renovable en el Estado español, siendo la segunda comunidad en potencia eólica instalada (por detrás de Castilla-León, cuyo territorio es el doble del aragonés) y la quinta en potencia solar fotovoltaica.

-Una circunstancia en principio positiva, si tenemos en cuenta que la instalación de los parques solares y eólicos en el medio rural es una importante fuente de recursos para muchos ayuntamientos que gracias a ellos pueden seguir financiando servicios imprescindibles para el asentamiento de población e intentar frenar los efectos de la despoblación.

-Sin embargo, frente a lo que debería ser un proceso cuidadosamente estudiado y planificado, asistimos en Aragón a una desordenada explosión de decenas de proyectos de parques eólicos y solares, consecuencia del sistema de subastas establecido desde el Estado español.

-La avalancha de expedientes relacionados con la generación y transporte de energía eléctrica de origen renovable, contrasta con el retraso en los planes de gestión de los recursos naturales y de protección de la fauna. Esta dejación medioambiental por parte de la administración da la sensación que evita poner impedimentos a los nuevos parques eólicos. A menudo asistimos a la fragmentación o división de proyectos con el fin de eludir procedimientos de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) más complejos o rigurosos, o incluso una Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) que debe de ser realizada con anterioridad a las EIA, sobre todo cuando se van acumulando los impactos derivados de planes y programas que van alcanzando mayor envergadura y complejidad.

-Tampoco se suelen tener en cuenta en las EIA consideraciones sobre la posible hipoteca que estos proyectos energéticos pueden implicar sobre otras actividades económicas en la zonas afectadas, principalmente sobre proyectos turísticos o de desarrollo rural donde el paisaje es un factor clave.

-En definitiva: ¿Existe una planificación energética pública aragonesa?, ¿Cuánta electricidad necesita Aragón para ser soberano energéticamente? (en 2020 la demanda energética de Aragón fue de 10.105 GWh y la generación de 9.183 Gwh, según datos del Avance del informe del sistema eléctrico español 2020, de Red Eléctrica de España, cubriendo prácticamente sus necesidades), ¿Realmente sabemos que cuota tendríamos que tener para exportar a España o a los países de la UE?, ¿Hasta dónde permitiremos la afección a paisajes y territorios?, ¿Y cómo se compatibiliza con la Red Natura 2000?

-PROBLEMAS COMPLEJOS EXIGEN SOLUCIONES COMPLEJAS. Por ello Estau Aragonés defiende el diálogo y el consenso entre la administración del Gobierno de Aragón y los municipios y comarcas, y comparte la idea de que Aragón necesita un “Plan de ordenación territorial de los recursos energéticos de Aragón”, que también incluya la hidráulica, que se incluya en el nuevo Plan Energético de Aragón 2021-2030 y en la Estrategia de Ordenación del Territorio de Aragón (EOTA)”, donde se refuerze el papel de los municipios y de las comarcas.

Conscientes de todo lo antedicho, en Estau Aragonés confiamos en que la Dirección General de Ordenación del Territorio de la Diputación General de Aragón cumpla su función de velar por el equilibrio entre medio ambiente y desarrollo económico, empeñándose en respetar la sostenibilidad, la limpieza y la transparencia en el desarrollo de las energías renovables en nuestro país.

Consello Federal

Estado Aragonés

Zaragoza, 5 de abril de 2021

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