El Consello Federal de Estado Aragonés, reunido el pasado 19 de febrero, decidió por unanimidad aceptar las condiciones propuestas por CHA para avanzar hacia la compleganza del conjunto del aragonesismo progresista.
Básicamente significa que, si el proceso culmina con éxito, nuestros militantes se integrarán en las listas de CHA a Cortes y al Ayto. de Zaragoza en las elecciones de 2023, y se explorará la posibilidad de coaliciones comarcalistas allá donde sea posible, en el resto de municipios. Una Asambleya Cheneral Extraordinaria de Estado Aragonés, que se reunirá como muy tarde en otoño, deberá ratificar el acuerdo definitivo.
Estado Aragonés viene proponiendo desde 2016 lo que llamamos “La Compleganza”, esto es, la reunificación de todo el aragonesismo progresista en torno a unas listas electorales y unos programas que avancen en el Estado del Bienestar y el Autogobierno, pero sobre todo que defiendan las conquistas ya conseguidas ante la ofensiva recentralizadora y privatizadora que propugna la derecha y a veces también parte de la izquierda.
En 2015, cuando presentamos nuestra candidatura en solitario al Ayto. de Zaragoza por primera vez, ya se veía claramente que tanto ese intento de “tomar el cielo por asalto” era mera retórica como que el Estado resistiría el embate del independentismo catalán. En las manifestaciones republicanas de 2014 y 2015 ya se vio claramente que la izquierda española simplemente usa el discurso republicano como un mero banderín de enganche para reclutar a los descontentos, pero que no pasa de la nostalgia de lo que pudo haber sido y no fue. Así, hoy la izquierda española está integrada en el Gobierno Sánchez y los independentistas catalanes tratan de gestionar lo mejor posible la resaca del Proceso Soberanista.
Tampoco debemos pensar que los esfuerzos fueron en balde: Mientras en Cataluña una fuerza corrupta, monárquica y derechista como CiU ha sido sustituida por otra de izquierdas, republicana y honesta, ERC, como primera fuerza soberanista; en el Reino de España el Gobierno sube el SMI hasta los 14.000€ brutos anuales, entre otras muchas reformas, tal vez insatisfactorias para la izquierda, pero que alivian, cuando menos, la situación de la clase obrera y en algunos casos significan los primeros avances en derechos desde 1978.
La clase trabajadora no caerá en la complacencia y exigirá más, en la calle y en sus organizaciones, pero reconocerá los avances. Eso sí, ya nadie puede pensar, como afirmaban los ideólogos, que el Proceso Independentista catalán pueda llegar a provocar un colapso del Régimen del 78, del que vaya a surgir un movimiento revolucionario. Al final, el BCE financia el déficit del Estado y éste paga sus facturas.
Esto ya era obvio en 2015, aunque la izquierda española y los restos del pujolismo se esforzasen en estirar el chicle de unas movilizaciones que ya no daban más de sí y que han dejado exhaustas tanto al conjunto de las izquierdas del Estado como al conjunto del independentismo catalán. En Aragón, Estado Aragonés predicó en el desierto, ninguna fuerza aragonesista quiso coaligarse con nosotros para hacer frente a la previsible debacle ni en 2015 ni en 2019, obviamente no nos desanimamos.
Mientras, ante la debilidad de las llamadas “Fuerzas del Cambio”, en buena medida como resultado de sus propios errores, la extrema derecha tomaba posiciones, cristalizando en Vox. El franquismo partidario de quitarle la autonomía a Aragón, privatizar la sanidad y la educación, desregular por completo el mercado laboral y eliminar todo vestigio de progresividad en la política fiscal, obtenía más de un 15% del voto en unas Elecciones Generales, y ante el colapso que viven el resto de partidos de las derechas, es previsible que siga subiendo.
Pero en estos 3 años, el conjunto del aragonesismo no ha permanecido ocioso, hay que reconocer que a iniciativa de CHA, comenzamos a reunirnos una serie de colectivos y a realizar una serie de actos conjuntos, no sin debates y desencuentros puntuales, pero en todo caso hemos avanzado juntos. La oferta de CHA expuesta ahí arriba es fruto de ese camino recorrido y sin duda es positiva, aunque nos parece poco ambiciosa: Estado Aragonés hubiese preferido una coalición amplia, incluso con Primarias Abiertas, pero hemos de reconocer que tenemos poca fuerza para impulsarlo: muchos soberanistas aragoneses aún no se han animado a participar en política y por tanto el peso específico de EA es todavía escaso.
Sin embargo, la labor que tenemos por delante es tremenda: hemos tenido que aplazar la ruptura del Régimen, pero dentro del mismo todavía quedan espacios que conquistar: Estado Aragonés reclama que Aragón se constituya en una Nacionalidad Foral y de carácter uniprovincial, para lo que es preciso que las Cortes Generales deroguen los Decretos de Nueva Planta (según el TC) y declaren a Aragón Nacionalidad uniprovincial en una Ley Orgánica, eliminando así las diputaciones provinciales.
La constitución de Aragón en nacionalidad foral nos permitirá, como Pueblo, desarrollar las estructuras de Estado necesarias para constituirnos en tal cuando se produzca la próxima crisis de Régimen. Sólo la unidad de todos los aragonesistas en una plataforma electoral común lo conseguirá, y sólo con la fuerza de los independentistas aragoneses será posible constituir tal plataforma: hasta que se den las condiciones objetivas para la ruptura, hemos de acumular fuerzas en una organización política para encontrarnos en la mejor posición, y esa organización es Estado Aragonés.
Chunta Direutiva
Estado Aragonés
Comentarios recientes