Archivo etiqueta independentismo
Sentencia y presos políticos.
Por Arnau de Borau - Cheneral-Autualidá - 20/Oct/2019
En imaginario constitucionalista, el Estado español es una democracia de las primeras del mundo, con una división de poderes “de lo más” y una independencia judicial absoluta. Quien no se lo crea, que se conecte a una de las tertulias de la “Sexta Noche” y allí podrá escuchar los argumentos de peso de los tertulianos que así se lo corroborarán.
Bromas aparte, el judicial ha sido en España y para muchas cuestiones, especialmente para todas aquellas que tienen repercusión política, una extensión del ejecutivo, un brazo ejecutor más del Estado, disfrazado de jurisprudencia con toga y puntillas. Con el fin de acallar la oposición política incómoda o evitar entrar en cuestiones que no interesa abordar por afectar a la estructura territorial o política del Estado, un conjunto de personas, no elegidas por nadie y una serie de normas al uso, favorecen esa traslación “cuántica” de lo político a lo judicial.
La cosa viene de lejos ¿Recuerdan los casos en que la Inquisición perseguía a los enemigos políticos del rey de turno? ¡Para qué si no, instauró Fernando El Católico la Inquisición castellana en Aragón! Para controlar y reprimir la oposición de las instituciones del Reino ¡Qué le podría importar al rey una bruja más o menos! ¿Les suena Antonio Pérez, un enemigo político de Felipe II que acabó perseguido por hereje? Más recientemente, recuerdo a un banquero que se quiso meter en política, y hasta se compró un partido político para él solo, le metieron en un caso de corrupción y allí acabó su carrera. O, el toque de atención que le dieron a alguien con aquella “Banca Catalana”, bien se lo ha cobrado. Y es que el judicial sirve para todo y se aprovecha para todo, hasta para dar un “castigo ejemplar” a una población rebelde por una pelea de bar.
En el caso de los presos políticos catalanes el método es análogo. Intentar dar un castigo, un aviso para navegantes y futuros independentistas. Sacar el independentismo de la política y meterlo en el cajón del orden público. Reprimir un movimiento que se ha demostrado que no es tanto de líderes como de masas. El independentismo catalán es por medios y fines la contestación al régimen del ‘78 mejor organizada, ni vascos, ni 11-M. Por tanto, no nos debe sorprender la triple respuesta del Estado: la policial, la mediática y, por supuesto, la que estamos tratando aquí, la judicial. Todas desmesuradas.
El Régimen borbónico no reconoce que nadie pueda hacer más política que la que cabe, según su propia interpretación, entre los márgenes del “constitucionalismo”. Por ello el Estado ha intentado descabezar el independentismo, actuando a sus representantes más visibles, como método para apartarlo del debate político. Pero ha pinchado en hueso, este proceder evidencia hasta que punto el juicio ha sido una pantomima que no se ha entendido en el resto de países con los que se supone que compartimos sistemas políticos homologados.
Entre tertulianos marca “la voz de su amo” y políticos “auto-considerados constitucionalistas” han construido una realidad paralela, una redefinición de “democracia”, en que la división de poderes se construye bajo la falacia de que el judicial ha cumplido su función y de que ha hecho cumplir las leyes, sin platearse que la discusión no es esa, sino la de por qué en España el Poder judicial se abroga esa función represora y por qué en España existen esas Leyes tan particulares que no conocen en el resto de Europa.
Comentario a las “decisivas” elecciones catalanas de 2017
Por Arnau de Borau - Cheneral-Autualidá - 22/Dic/2017
Resultados: C’s 37 diputados, JxCAT 34, ERC 32, PSC 17, En Comú Podem 8, CUP 4 y PP 3 diputados.
El lerrouxismo del siglo XXI ha Ganado las elecciones al Parlamento de Catalunya de 2017, apelando a una supuesta mayoría oculta españolista Ciudadanos ha conseguido realmente que el cinturón rojo de Barcelona y de las ciudades más pobladas de la costa catalana vote a una derecha extrema y españolista. Ninguna formación política anteriormente había introducido en sus discurso la idea de la existencia de dos comunidades étnico-lingüísticas en Catalunya, ni siquiera el PP. Ese discurso demagógico de Ciudadanos es el que ha calado en una parte de la sociedad catalana, a la que se le ha repetido en los últimos tiempos que “ha estado al margen de la política de los partidos que han gobernado en los últimos 40 años bajo la égida del catalanismo (PSC incluido)”.
Ciudadanos rentabilizará esta su victoria más en Madrid que en Barcelona. Para los trapicheos de Alberto Rivera en la Villa y Corte es un resultado excelente, pero la aritmética parlamentaria le impedirá a su “ojito derecho”, Arrimadas, formar gobierno en Catalunya.
El Llamado bloque independentista mantiene la mayoría absoluta. El cambio de formato de no repetir coaliciones, por el que han optado, ha dejado más claro que nunca el peso relativo que tienen JxCAT, ERC y CUP en el bloque. Seguramente, de aquí saldrá el futuro gobierno de Catalunya con o sin los líderes exiliados o encarcelados.
JxCAT continúa siendo hegemónico dentro del bloque contrariamente a lo que decían las encuestas que daban esta posición a ERC. Su base social, la amplia burguesía catalana, ha sido fiel a su partido de referencia, al que no ha abandonado en este momento tan grave. El toque de arrebato de las organizaciones independentistas ha hecho que sus electores se movilizaran como nunca para capitalizar el movimiento catalanista, pues históricamente han desconfiado tanto de ERC como de las CUP.
ERC que quería dar el sorpasso dentro del bloque independentista ha quedado segundo, aunque probablemente recuperando parte del voto que en las anteriores elecciones se fue a la CUP. ERC es un partido de base política “menestral” en el que muchos de sus votantes no vieron con buenos ojos aquella coalición llamada Junts Pel Sí con el partido de la burguesía, por eso se pasaron a las CUP. Ahora parte de aquel voto ha vuelto al redil.
Eso explicaría en parte la gran bajada de escaños de la CUP. Eso y las ganas del independentismo en general de “moderarse” y abandonar el unilateralismo. El independentismo ha aprendido del 155 y posiblemente se quiera dejar atrás la influencia de las CUP, de las que sólo necesitaría su abstención para un gobierno independentista en Catalunya. Veremos como lo resuelven su apoyo al futurible gobierno JxCAT-ERC en sus famosas asambleas.
Decepción en el PSC que no se ha movido de donde estaba pese a las grandes esperanzas de su líder Miquel Iceta de ser el gran intermediador de la política catalana. El PSC no recupera en estas elecciones ni catalanismo, ni izquierdismo. Ha dejado de ser un referente de ambos como lo era en los tiempos en que Pasqual Margall era su líder. Su problema no es sin embargo actual, ya hace tiempo que perdió voto en favor de otros partidos tanto de derecha como de izquierda como catalanistas o españolistas.
Los que no se esperaban lo que les ha caído son los del PP. Tres diputados para el partido que Gobierna España es un trompazo impresionante. Sin duda han pagado la gestión de la “crisis catalana” y la aplicación del artículo 155, que no ha debido gustar ni a “los propios”. El discurso más contundente y menos vacilante durante “la crisis” y la mejor campaña que ha hecho de Ciudadanos, dentro del bloque españolista, ha captado a los más radicales de sus votantes, que se han pasado en masa a C’s. Si yo fuera amigo de teorías conspirativas diría que alguien, desde algún lugar y por algún motivo le está mandando un aviso a M. Rajoy.
De la debacle del PP me quedo con las palabras de Jordi Turull, uno de los consejeros encarcelados, que a aquel discurso de Sáenz de Santamaría que “el PP ha descabezado el independentismo” le ha respondido “que las urnas han descabezado al PP”; un zasca en toda regla para la Soraya.
Luego queda un partido en tierra de nadie, que no sé sabe bien si ha pagado en las urnas por la ambigüedad de su equidistancia o por la equidistancia de su ambigüedad. En Comú Podem mantiene una base electoral, pero ha disminuido tres escaños. Podría decirse que su discurso no cala en una “sociedad tan polarizada”, pero me inclino más a pensar, benevolentemente, que por acción o por omisión, algunos de sus líderes no han trasmitido mensajes claros y han sido políticamente muy erráticos durante la “crisis catalana”. Un “defecto de fábrica”, dicho sea de paso.
En Resumen: los resultados no vaticinan un cambio radical de posturas, el independentismo ha ganado, pero tocado por el 155. Es de esperar que desde una posición de poder atemperen sus aspiraciones, sino en los objetivos, sí en los medios, aunque tengan que dejar algún aliado por el camino. El unionismo, que se había planteado desbancar al independentismo en base a una masa social unionista que se ha demostrado inexistente, se ha limitado a un intercambio de cromos en escaños, no avanza nada, su salida “democrática” no ha riunfado. Veremos por donde tirarán los próximos días. En todo caso, mantener el 155 para seguir controlando Catalunya sería una postura autoritaria difícilmente justificable.
Andrés Castro, concejal de Sant Boi
Por Estau Aragones - Cheneral-Autualidá - 27/Dic/2016

La Alternativa de Estau Aragonés
Por Estau Aragones - Ideolochía-Identidá - 26/Sep/2009
Este año se cumple el 75 aniversario de la fundación, por unos inmigrantes aragoneses en Barcelona, del partido Estado Aragonés. Eran de extracción obrera, militancia progresista y vinculados al movimiento cultural aragonesista que se movía más en Catalunya que en Aragón. El nuevo partido era de tendencia republicana, de izquierdas y nacionalista que abogaba por “la constitución de la República Aragonesa dentro de la República Española”, en 1936 apostó decididamente por el antifascismo y la revolución.
Tras la negra noche del franquismo, el aragonesismo renació y se articuló políticamente en el PSA. No consiguió este movimiento nada concreto, fuera de concienciar al pueblo aragonés de su existencia como tal (lo que no es poco), y Aragón quedó como una “autonomía de vía lenta” en el contexto de una Monarquía Parlamentaria donde las noticias de corrupción política y económica están a la orden del día. Estado Aragonés no era más que el recuerdo de unos pocos.
Pero en los ochenta, en pleno desencanto, desde el movimiento cultural aragonesista, nunca desaparecido del todo, resurgió lo que se llamó “aragonesismo político”. La fundación de UA-CHA y la conversión del PAR al nacionalismo significaron golpes de efecto importantes para un stablishment que apostaba por que nada se movería en el “mapa político de Aragón”. El recuerdo de “los aragonesistas de Barcelona” estaba ya presente en este movimiento, pero todavía demasiado débil: el aragonesismo no deja de ser un término ambiguo, que incluye al nacionalismo vergonzante, el arribismo regionalista o el cripto-independentismo. No es de extrañar, pues, que la alianza con el PSOE, en sus diversas opciones, haya resultado letal para un movimiento que adolece de tal debilidad teórica.
En el contexto de la crisis de este modelo, algunos aragoneses de Barcelona, que logramos coincidir, ideológica y físicamente, con los últimos militantes de aquel Estado Aragonés de 1933, decidimos refundar el viejo partido de nuestros abuelos políticos. Pronto otros amigos y compañeros se nos unen en Aragón y, lentamente por nuestros propios y humildes medios de gente de clase trabajadora, tratamos de impulsar un auténtico movimiento nacionalista aragonés, que surja de la clase obrera (en su día no surgió de la burguesía, es tarde para eso), no se oculte tras términos ambiguos, y que por tanto apueste decididamente por la soberanía del pueblo aragonés y por la república. Hoy no podemos exigir la República Aragonesa igual que lo hicieron nuestros abuelos en el 33. O mejor dicho: exigir hoy la República Aragonesa significa exigir la independencia de Aragón, pues la República Española tampoco existe y resultaría estúpido y absurdo abogar por la República Aragonesa dentro de… la Monarquía Española.
Por otro lado, la adicción frenética del Capitalismo Internacional por el crecimiento económico nos lleva al desastre global. Una economía sostenible, de la que tanto se habla, exige una economía sin crecimiento. Equilibrio demográfico y económico: no hace falta ya “crear más riqueza”, por lo menos en Europa Occidental, basta con repartir de forma justa la que ya tenemos. A nivel local la Zaragoza del millón de habitantes, como proponen todos los partidos representados en el Ayuntamiento, significa seguir apostando por el crecimiento sin freno, el desequilibrio económico, los problemas medioambientales y, como empieza a verse ya, los conflictos interculturales.
Desde Estado Aragonés consideramos que nuestros planteamientos pueden ser asumidos por muchas personas y organizaciones aragonesas, pero que para hacerlos visibles y que influyan realmente en el cambio de la sociedad, precisan una plasmación electoral. Por eso apostamos por impulsar coaliciones amplias de cara a las elecciones de 2011, municipales y aragonesas: en pro de la soberanía para el pueblo aragonés y un decrecimiento sostenible que ponga efectivo freno al “desarrollo” desaforado.
(Artículo publicado con anterioridad en adeban.org)
Comentarios recientes