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Reunificar a la izquierda nacionalista aragonesa
Por Picarralero67 - Pulitica d'Aragón - 2/Feb/2016
Algunos buenos amigos me preguntan si, en un contexto de “reconciliación”, los de Estado Aragonés podríamos “volver” a la CHA. Lo primero que hay que aclarar es que no toda la gente de EA provenimos de CHA; de todas formas, uno de los viejos y buenos compañeros de Estado Aragonés, de los que fundamos CHA, responde con una frase ingeniosa y tajante: “si volvemos, no avanzamos”.
No hay ninguna posibilidad de que Estado Aragonés se disuelva para integrarse en Chunta Aragonesista, el proceso de reunificación (de confluencia o compleganza que se dice) del nacionalismo aragonés que deseamos ha de ser diferente. Para ello hay que comprender cómo se fundó la CHA y cómo se rompió la unidad que se había forjado en su seno.
Fundamos CHA, allá por 1986, un centenar de personas provenientes de diversos grupos, todos más o menos vinculados al movimiento aragonesista, entendido éste como movimiento cultural, que habíamos llegado a la conclusión de que sólo una propuesta política unitaria podría sacar a Aragón de su marginalidad. Teníamos planteamientos sobre la cuestión nacional muy diversos, y también qué significaba ser socialista, pero acordamos desarrollar un discurso político moderado por puro pragmatismo político: los objetivos a corto plazo eran tan humildes como que Aragón consiguiese un Estatuto de “vía rápida”, en vez de esa autonomía capada que nos dejaba siquiera sin Educación ni Sanidad.
Elegimos para ello el nombre de la asociación cultural que agrupó a los nacionalistas a principios de siglo XX: Unión Aragonesista, y no el nombre del partido que los más radicales de ese grupo fundaron en 1933: Estado Aragonés. En ese momento con el término “aragonesista” se identificaba en la prensa al jugador de fútbol del Deportivo Aragón (a la sazón, filial del Real Zaragoza), pues había sido olvidado el viejo significado de antes de la Guerra, “aragonesista” se había convertido en un término totalmente blanco. Sin embargo, mantuvimos como emblemáticas las históricas fechas conmemorativas del nacionalismo aragonés de antes de la Guerra: el 20 de diciembre y el 29 de junio.
A pesar de la moderación de los planteamientos, nadie quedó excluido de ese proceso, de hecho, recuerdo perfectamente una “Carta al Director” del Diario del Alto Aragón firmada por un destacado dirigente altoaragonés en la que, aludiendo a una reunión en Boltaña de la gente que había apoyado la candidatura de Herri Batasuna en las Elecciones Europeas de 1989, afirmaba que si fundaban un partido a parte cometerían un error y que tenían un sitio dentro de CHA. Así, hasta las Elecciones Europeas de 2009 ningún otro partido nacionalista disputó el voto a la CHA. Ese año Puyalón de Cuchas apoyó en las Elecciones Europeas la candidatura Iniciativa Internacionalista, precisamente la “marca blanca” de Batasuna.
Prácticamente ya en 1986, desde dentro de CHA el “sector radical” (”branca fura” nos hacíamos llamar con humor) comenzamos a demandar una radicalización progresiva de los planteamientos del partido, significativamente que el Derecho a la Autodeterminación se viese reconocido en los Estatutos de CHA. Eso lo conseguimos en la III Asambleya Nazional, celebrada en Teruel en enero de 1992. Para ello tuvimos que fundar una Corriente de Opinión que llamamos Caxicar y que disolvimos inmediatamente después de cumplido el objetivo. Así, en una negociación a veces tensa, con la Dirección de CHA, conseguimos introducir lo que hoy es el artículo 3º de los Estatutos de CHA.
CHA había nacido, pues, como un partido unitario pero plural, de corrientes de opinión diversas que compartían el espacio y debatían entre ellas. Esto fue lo que se rompió a partir de 2004.
Podemos extendernos en un debate sin fin sobre las causas concretas de la crisis y sobre las responsabilidades personales de cada uno de los participantes en ella, pero lo que debemos tener claro es que la radicalización de una parte del partido, o la moderación de otra, no fueron causas de la ruptura de hace 10 años. Esas realidades llevaban ahí desde la fundación.
Porque además, las crisis de CHA se han venido prolongando hasta hace bien poco: la ruptura de CHA en Huesca, en sus primarias municipales, ha significado otro varapalo electoral, si bien más pequeño que el de 2007 o el de 2011, y disimulado por la circunstancia de que en Zaragoza y las Cortes de Aragón CHA es necesaria para el gobierno de izquierda. Pero llueve sobre mojado y demuestra que, en realidad, CHA como estructura, como organización, no gestiona bien sus debates internos. Desde hace 10 años, cada vez que hay una discrepancia importante, ésta se salda con la salida del partido de los discrepantes, convirtiéndose en disidentes. Eso hace que el partido pierda músculo, presencia social, imagen pública y da alas a sus rivales en la ocupación del espacio político ganado durante 30 años por el nacionalismo de izquierda. Porque además, los partidos que ocupan ese espacio no son aragonesistas, con lo que no sólo lo pierde la CHA, sino todo el nacionalismo aragonés en general.
CHA ya no es una organización válida para gestionar la pluralidad del nacionalismo aragonés, pero sí que agrupa eficientemente al sector sin duda más numeroso del mismo: el aragonesismo socialdemócrata y federalista, manteniendo una representación institucional del aragonesismo de izquierdas que sin duda es positiva para el país.
En esta situación, yo intento imaginarme la posición de los actuales militantes de CHA y creo vislumbrar una dicotomía ¿Están cómodos con la actual situación, creen que la participación en el Gobierno de Aragón, por sí sola, hará revertir la pérdida de votos? ¿O por el contrario sospechan que la bajada de votos, elección tras elección, es estructural y puede llevarles no sólo a la irrelevancia política sino incluso a ser una fuerza extraparlamentaria? ¿logrará el Comité, tras la X Asambleya, dirigir al conjunto de CHA en un rumbo definido o se verá obstaculizado por las pugnas internas entre el aparato provincial de Zaragoza y el resto, su penúltima crisis?
En Estado Aragonés no buscamos el colapso de CHA para ocupar su espacio. Obviamente, aspiramos a ampliar el nuestro propio, como opción aragonesa, soberanista y autogestionaria, pero también creemos que es posible la construcción de un espacio político común a toda la izquierda nacionalista aragonesa, donde quepamos no sólo CHA y EA sino todas las facciones que han ido surgiendo estos años. Vemos que en los países vecinos y hermanos hay experiencias que, salvando las distancias, pueden servirnos de inspiración.
Estado Aragonés tiene la mano tendida, pero si no fuese posible, las pasadas elecciones municipales han servido para demostrarnos que tenemos capacidad para presentar nuestra propia lista electoral. Trabajaremos por la reunificación, pero si no hay acuerdo, seguiremos nuestro camino hasta que se den las condiciones para ello.
Rafel Fleta Girón
Secretario General
Estado Aragonés.
Programa de Mínimos para una Plataforma Electoral Unitaria
Por Picarralero67 - Pulitica d'Aragón - 30/Sep/2014
Condiciones mínimas para la aceptación por Estado Aragonés de una plataforma electoral unitaria. (BORRADOR)
Estado Aragonés ha contemplado con interés los procesos de confluencia de la izquierda aragonesa que se han producido durante los tres últimos años. En ocasiones incluso ha participado en alguno de sus debate, directa e indirectamente. Sin embargo, los debates se alargan sin avances significativos.
En Estado Aragonés, sin embargo, sí que consideramos que ha llegado el momento de los compromisos para seguir avanzando, y hemos decidido acordar unas condiciones mínimas para nuestra adhesión a cualquier coalición o plataforma más amplia; siendo conscientes de la dificultad de que estos puntos sean siquiera contemplados por esos grupos.
Un aspecto que no nos gusta de esos procesos unitarios es la constante instrumentalización de los movimientos sociales por parte de quienes anuncian que se van a presentar a las elecciones. Ello sin duda favorece a corto plazo y coyunturalmente a las opciones electorales, pero debilita a largo plazo y estructuralmente a los movimientos y organizaciones sociales. Por eso Estado Aragonés renuncia a usar en su propaganda electoral la pertenencia de sus candidatos a tal o cual movimiento u organización social.
Por todo ello, lo más probable es que Estado Aragonés sostenga su planteamiento original de presentarse en solitario a las elecciones municipales del Ayto. de Zaragoza. En todo caso, esta es nuestra propuesta de “Programa de Mínimos” para nuestro principal objetivo estratégico: la reunificación de los soberanistas aragoneses.
1º Política Económica: Los militantes de Estado Aragonés hemos participado, humildemente, en las movilizaciones contra el desmantelamiento del Estado del Bienestar y contra las políticas neoliberales responsables de la actual crisis, tanto de los gobiernos actuales como de los anteriores. Somos partidarios de un giro en la política económica hacia la izquierda: Cualquier programa al que nos adhiramos deberá contemplar para Aragón la inversión pública como motor de la economía, una política fiscal progresiva basada en los impuestos directos, la abolición de las Reformas Laborales y un aumento progresivo de la cuantía del SMI. Todo ello sin perder de vista la necesaria sostenibilidad energética, los límites del crecimiento económico y el crédito; además de prevenir el peligro de una burocratización ineficiente de la gestión pública.
2º Regeneración Institucional. Las diputaciones provinciales en Aragón son unas administraciones caducas, oscuras y corruptas; totalmente prescindibles: sus funciones de apoyo a las corporaciones locales pueden ser asumidas por la DGA con total normalidad. Esta idea forma parte de los programas aragonesistas y progresistas desde hace más de 30 años. Estado Aragonés considera que ha llegado la hora de la acción contra ellas y sólo apoyará candidaturas que se planteen un boicot activo a las diputaciones. Así, todos los candidatos deberán comprometerse públicamente a dejar los “escaños en blanco” de las diputaciones provinciales aragonesas.
3º Regeneración política. Uno de los problemas del sistema político es la falta de democracia interna de los partidos del Régimen. Esto es particularmente evidente en el sistema de elaboración de listas. Ello ha pretendido ser superado por algunos partidos políticos con el sistema de “primarias”. Nosotros creemos que es insuficiente. Estado Aragonés sólo apoyará una candidatura municipal unitaria en Zaragoza que sea elegida por el sistema de “voto personal ponderado en lista cremallera a dos vueltas” aquí descrito:
- Todos los adherentes a la candidatura de su circunscripción votan en dos urnas.
- En una se eligen a las candidatas y en otra a los candidatos. Se votan, en cada urna, a cinco personas, adjudicando a cada una 5, 4, 3, 2 y 1 voto respectivamente y como máximo. Se pueden dejar votos en blanco, pero no asignar más que esos. Así se elige la candidatura por tramos de 10.
- Para designar la candidata/o a alcalde se efectúa una segunda votación (o “vuelta”) entre el candidato y la candidata más votados. El resultado determina el orden de género en el resto de la lista en forma de “cremallera” (una mujer, un varón, una mujer, un varón o viceversa).
4º Reforma Constitucional: La crisis institucional, económica y social que sufre el Reino de España significa una auténtica crisis del Régimen. Estado Aragonés sólo apoyará candidaturas que explícitamente apoyen que en el proceso constituyente que se pretende abrir (o “segunda transición”, o como se quiera llamar) Aragón se constituya en Estado con su Constitución refrendada por el Pueblo Aragonés.
Rafel Fleta
Secretario General
Estado Aragonés.
La unidad electoral de la izquierda aragonesa.
Por Picarralero67 - Pulitica d'Aragón - 1/May/2014
La asociación zaragozana Ateneo me ha ofrecido intervenir en un acto el próximo 6 de mayo sobre la unidad de la izquierda aragonesa. Aquí expongo mi opinión, respaldada por los compañeros del Consello Nazional de Estado Aragonés:
Una hipotética unidad electoral de la izquierda aragonesa (o de una parte de la misma), debería tener como objetivo el cambio de Régimen político, cambiar la actual monarquía española por un Estado Aragonés. El estado aragonés podría, perfectamente, formar parte de una República Federal Española, si así lo quieren los aragoneses.
Pero también hay que evitar que este cambio de Régimen se quede en algo formal: hay que quitar efectivamente el poder a la oligarquía financiera española: Las 20 familias que monopolizan el poder económico en el Ibex35, y que marcan la agenda de los gobiernos del Reino de España, y que marcarían también los de la hipotética futura República.
Porque si vamos a una unidad electoral con la intención tan sólo de entrar en la gestión gubernamental, más vale que sigamos con nuestras candidaturas auto-referenciales.
¿Cómo hacerlo? Con paciencia y a largo plazo:
Primero hay que entender que, las de mayo de 2015, son dos convocatorias distintas para cuatro niveles institucionales (municipio, comarca, provincia, comunidad autónoma), por tanto, puede haber acuerdos en una convocatoria que no se den en la otra.
La lógica nos dice que lo más sencillo y eficaz es comenzar desde abajo e implicar a las principales fuerzas de la izquierda aragonesa. O sea, afrontar el problema desde la perspectiva de las elecciones municipales y desde el diálogo entre CHA e IU.
Viendo el asunto desde una perspectiva local, sabemos que tanto IU como CHA son partidarias de la constitución de Aragón como comunidad uniprovincial y la subsiguiente disolución de las diputaciones provinciales aragonesas. Nuestra propuesta sería solicitar a CHA e IU que diesen libertad a sus agrupaciones comarcales para presentar candidaturas unitarias por comarcas (”La Izquierda de la Jacetania”, “La Izquierda del Bajo Aragón”, “La Izquierda de las Cinco Villas”, “La Izquierda de Zaragoza” …). Formalmente deberían ser candidaturas municipales independientes, no coaliciones, para ajustarse a la Ley Electoral. Y, en todo caso, hubiese pacto o no, en las tres diputaciones a la vez o por separado, ambas formaciones deberían comprometerse a no designar diputados provinciales tras las elecciones, exigiendo la disolución de las tres diputaciones provinciales de Aragón.
¿No queremos la reducción del número de políticos? Aquí tenemos la manera de eliminar unos 100 diputados provinciales de un plumazo, con todos sus asesores y coches oficiales además de 8 senadores. Las competencias de las diputaciones provinciales, sus propiedades y sus funcionarios pasarían a la DGA o, en su caso, a las comarcas, y punto.
Rafel Fleta
Secretario General
Estado Aragonés.
Las elecciones catalanas 2012 vistas desde Aragón.
Por Estau Aragones - Cheneral-Autualidá, Pulitica d'Aragón - 26/Nov/2012
Ayer se produjeron las elecciones catalanas, dando como resultado un mapa político tremendamente fragmentado: la primera fuerza política obtiene el 28% del voto y comparte el Parlament con otras 6 fuerzas más.
Los medios de comunicación oficiales españoles se han lanzado a expresar con entusiasmo el “batacazo” de CiU (ese es el titular de Europa Press, por ejemplo). CiU obtiene 50 diputados, lo que representa el más del doble de la segunda fuerza y suma mayoría absoluta tanto con la segunda fuerza (ERC) como con la tercera (PSC). Ambos son ex-socios de coalición de CiU. O sea que, en la actual situación de crisis, Mas tiene la máxima capacidad de maniobra política: puede pactar con el PSC, a quien le interesará sin duda quedar como “fuerza de gobierno” en un mapa político tan fragmentado, buscando así, cobertura en Madrid, pero teniendo que renunciar, probablemente, al referéndum independentista. Puede explorar una coalición con ERC, quien estará presionada por su izquierda ante la irrupción de las CUP, esta coalición es más improbable por eso mismo, pues las tentaciones de giro a la izquierda de ERC imposibilitarán esta opción. Incluso puede aspirar a gobernar en minoría, con pactos concretos tanto con esas dos fuerzas como con la tercera, el PPC.
¿Cuántos presidentes de gobierno no firmarían por tener un mapa político así tras unas elecciones anticipadas? El hecho es que el mapa político catalán cada vez se parece menos al español, lo que de facto separa a Cataluña de España y la impulsa en el camino de la independencia. Haciendo buena la frase de que “no hay un camino hacia la independencia, sino que la independencia es el camino”.
Si miramos a las fuerzas de la izquierda, el denominador común de todas ellas es que suben y todas suben abriendo el espacio:
ERC presenta una candidatura denominada ERC-CAT Sí, que significa la suma de independientes a sus candidaturas, en proceso participativo.
ICV-EUiA se mantiene firme aglutinando a ecosocialistas y comunistas partidarios de la federación sobre la base de la autodeterminación.
Y las CUP irrumpen con fuerza, agrupando a todos los grupos de izquierda revolucionaria que vienen trabajando desde la base municipalista desde hace años, partidarios de que la independencia de Cataluña no sólo de lugar a un nuevo Estado, sino a un nuevo modelo de Estado.
¿Cómo es posible que todos suban si todos comparten el mismo espacio social de las clases populares concienciadas políticamente? Porque todos abren el espacio político: ERC intenta recuperar a antiguos disidentes, ICV-EUiA olvida las viejas discordias entre eurocomunistas y leninistas y agrupa también al ecologismo político y las CUP apartan las viejas riñas dogmáticas entre grupúsculos fuertemente ideologizados para armar un programa político factible.
¿Entenderán las izquierdas aragonesas este proceso? CHA sigue participando en Espacio Alternativo, grupo abierto por ICV-EUiA y mantiene su coalición con IU al Congreso, mientras lanza su campaña +ARA en un guiño a la candidatura de ERC-CAT Sí. ¿Es una mera forma de intentar recuperar la hegemonía en el nacionalismo aragonés o tiene connotaciones similares a la de ERC? Los independientes de IU reclaman el modelo de la Syriza griega para intentar afianzar la coalición La Izquierda de Aragón, un tanto preocupados ante la evidentes dudas de CHA al respecto.
Y el BIC mantiene el papel de agitador de calle mientras intenta resolver su división interna entre “libertarios” y “comunistas”, antes de aclarar su estrategia política. ¿Acercarse a Izquierda Anticapitalista y PCPE o qué hacer?
Y nosotros, la gente del Bloque Aragonés - Religada Nazionalista. El grupo más pequeño de todos, los llamados “disidentes de los disidentes” mantenemos el discurso: tenemos unas bases para la unidad publicadas, si alguien quiere hablar con nosotros, estamos abiertos a ello. En todo caso, somos partidarios de organizar lo que sea menester “de abajo a arriba”, esto es, que cualquier proceso deberá producirse ante las elecciones municipales de 2015.
Pero, sinceramente, no confiamos en que la izquierda aragonesa tenga la capacidad para abrir espacios que tiene la izquierda catalana.
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